miércoles, 28 de marzo de 2012

Buenas practicas agricolas

 


las buenas prácticas agrícolas

El concepto de buenas prácticas agrícolas consiste en la aplicación del conocimiento disponible a la utilización
sostenible de los recursos naturales básicos para la producción, en forma benévola, de productos agrícolas
alimentarios y no alimentarios inocuos y saludables, a la vez que se procuran la viabilidad económica y la
estabilidad social. En el fondo se trata del conocimiento, la comprensión, la planificación y mensura, registro y
gestión orientados al logro de objetivos sociales, ambientales y productivos específicos. Esto exige una estrategia
de gestión sólida y completa, así como la capacidad de hacer ajustes tácticos cuando las circunstancias lo
precisen. Los buenos resultados dependen de la creación de una base de aptitudes y conocimientos, de mantener
registros y hacer análisis continuos del desempeño, y de recurrir a la asesoría de expertos cuando haga falta.
El marco presenta los principios básicos de la buena agricultura repartidos en 11 elementos correspondientes a
distintos recursos, disciplinas y prácticas. Con este marco pueden elaborarse las directrices detalladas de gestión
para los distintos sistemas de producción de los diversos agroecosistemas específicos.
El suelo la gestión de las granjas de conformidad con sus propiedades, distribución y utilización potencial de los la conservación o enriquecimiento de la materia orgánica del suelo mediante la rotación de cultivos,
la conservación de la cubierta del suelo para reducir al mínimo su pérdida por erosión eólica o hídrica;
métodos adecuados a las necesidades agronómicas y ambientales.

la aplicación de sustancias agroquímicas y fertilizantes orgánicos e inorgánicos en cantidades, aplicaciones y
El agua

La agricultura tiene una gran responsabilidad en la ordenación de los recursos hídricos desde el punto de vista
cuantitativo y cualitativo. Una gestión atenta de los recursos hídricos y la utilización eficiente del agua para los
cultivos de secano y la producción de piensos, para el riego donde sea aplicable y para la ganadería, son criterios
de buena práctica agrícola, que incluyen incrementar al máximo la filtración del agua de lluvia en las tierras
agrícolas y mantener la cubierta del suelo para evitar los escurrimientos en la superficie y reducir al mínimo la
lixiviación a las capas freáticas. Para lograrlo es importante conservar una estructura adecuada del suelo que
comprenda la presencia continua de macroporos y materia orgánica. Con métodos y tecnología eficientes de
irrigación se reducirá al mínimo la pérdida del agua de riego durante el suministro y la distribución mediante la
adaptación de la cantidad y las aplicaciones a las necesidades agronómicas, a fin de evitar un exceso de
lixiviación y salinización. Deberían regularse las capas freáticas para evitar su descenso o ascenso excesivos. La
buena práctica agrícola:
superficiales procedentes de las cuencas;
incrementará al máximo la infiltración del agua y reducirá al mínimo el derrame improductivo de aguas
cuando sea necesario, así como enriqueciendo la estructura y la materia orgánica del suelo;
administrará el agua superficial y la del suelo a través de su empleo apropiado, o evitando que se drene,
sintéticos, mediante prácticas que eviten la contaminación de los recursos hídricos;
aplicará insumos de producción, comprendidos desechos o productos reciclados orgánicos, inorgánicos y
riego y evitará la salinización del suelo mediante la adopción de medidas para economizar agua y reciclarla
siempre que sea posible;
adoptará técnicas para supervisar el estado de los cultivos y el agua del suelo, programará con precisión el
restableciendo los humedales conforme sea necesario;
perfeccionará el funcionamiento del ciclo del agua estableciendo una cubierta permanente, o manteniendo o


Producción de cultivos

Los diversos cultivos anuales y perennes, sus cultivares y variedades, se escogen para satisfacer las necesidades
locales del consumidor y del mercado, de conformidad con su idoneidad para el sitio de que se trate y de su
función en la rotación de cultivos respecto a la gestión de la fertilidad del suelo, las plagas y enfermedades, y
según su respuesta a los insumos disponibles. Los cultivos perennes se utilizan para ofrecer opciones de
producción de largo plazo y oportunidades para producir cultivos intercalados. Los cultivos anuales se producen
en secuencias, comprendidos los de piensos, para aprovechar al máximo los beneficios biológicos de la
interacción entre las especies y mantener la productividad. Se atienden los pastizales para mantener la cubierta
vegetal, su productividad y la diversidad de las especies. La cosecha agrícola y la obtención de los productos
animales en forma completa elimina su respectivo contenido de nutrientes del lugar y éstos a fin de cuentas
tendrán que sustituirse para mantener la productividad a largo plazo. La buena práctica agrícola:
siembra o plantación, su productividad, calidad, aceptación en el mercado, resistencia a enfermedades y
presiones, capacidad de adaptación y la reacción a los fertilizantes y otras sustancias agroquímicas;
elegirá cultivares y variedades a partir de sus características, comprendida la reacción al momento de la
equipo, y explotará al máximo los beneficios biológicos del control de hierbas a través de diversos sistemas
como la competencia, mecánicos, biológicos y la aplicación de herbicidas; para reducir al mínimo las
enfermedades utilizará cultivos que no las padezcan y, donde sea conveniente, se incluirán legumbres para
proporcionar una fuente biológica de nitrógeno;
establecerá secuencias de producción de los cultivos para sacar el máximo provecho de la mano de obra y el
los intervalos convenientes para sustituir los nutrientes recogidos con la cosecha o perdidos durante la
producción;
aplicará en forma equilibrada fertilizantes orgánicos e inorgánicos, con métodos y equipo apropiados y con
y otros residuos orgánicos;
intensificará al máximo los beneficios para el suelo y la estabilidad de los nutrientes reciclando los cultivos
pastoreo o el ganado en corrales para mejorar la fertilidad de toda la granja;
integrará el ganado en las rotaciones de los cultivos y hará circular los nutrientes que proporcionan el
hará rotación del ganado en los pastizales para que éstos retoñen saludablemente;
maquinaria para la producción de cultivos y piensos.

respetará los reglamentos de seguridad y las normas establecidas de seguridad en la operación de equipo y
Protección de los cultivos

Es fundamental mantener la salud de los cultivos para obtener buenos resultados agrícolas, tanto de rendimiento
como de calidad de los productos. Esto exige estrategias de largo plazo de gestión de riesgos con la utilización
de cultivos
densidad e intervalos de producción de los cultivos susceptibles a enfermedades, y uso mínimo de sustancias
agroquímicas para combatir la mala hierba, las plagas y las enfermedades de conformidad con los principios del
manejo integrado de plagas. Toda medida de protección de los cultivos, pero en particular las que requieren
utilizar sustancias nocivas para las personas y el medio ambiente, sólo se deben realizar con pleno conocimiento
y el equipo correcto. La buena práctica agrícola:
3 resistentes a las enfermedades y las plagas, rotación de cultivos y pastizales, regulación de la
culturales que aprovechen al máximo la prevención biológica de plagas y enfermedades;
empleará cultivares y variedades resistentes, secuencias de producción de los cultivos, asociación y prácticas
organismos benéficos de todos los cultivos;
realizará evaluaciones regulares y cuantitativas del equilibrio entre las plagas y las enfermedades y los
adoptará prácticas de control orgánico siempre que sean aplicables;
aplicará técnicas de predicción de plagas y enfermedades cuando sea posible;
corto y a largo plazo en la productividad agrícola, así como sus consecuencias ambientales, a fin de reducir
al mínimo la utilización de sustancias agroquímicas, y promover, en particular, el manejo integrado de
plagas (MIP);
decidirá las intervenciones procedentes después de considerar todos los posibles métodos y sus efectos a
cada cultivo, proporciones, calendario e intervalos previos a la cosecha;
almacenará y utilizará las sustancias agroquímicas de conformidad con los requisitos legales de registro para



Producción animal

El bienestar y la productividad del ganado requieren de un espacio apropiado, piensos y agua. Mantener registros
de la adquisición de ganado y de los programas de cría garantiza la seguridad sobre el tipo y origen de los
ejemplares. La densidad de pastoreo se ajusta y se proporcionan suplementos conforme sea necesario a los pastos
o pastizales del ganado. Se evitan los contaminantes químicos o biológicos en los piensos para mantener la salud
de los animales y evitar que esos contaminantes ingresen en la cadena alimentaria. La regulación del abono
animal reduce al mínimo la pérdida de nutrientes y estimula los efectos positivos en el medio ambiente. Las
necesidades de la tierra se evalúan para asegurar que haya suficiente para producir alimentos y eliminar los
desechos. La buena práctica agrícola:
medio ambiente y el bienestar de los animales;
ubicará correctamente las unidades pecuarias para evitar que produzcan efectos negativos en el panorama, el
evitará la contaminación biológica, química y física de los pastos, los piensos, el agua y la atmósfera;
la alimentación y el suministro de agua;
supervisará frecuentemente las condiciones del ganado y ajustará en consecuencia la densidad de pastoreo,
manipulación para evitar daños y pérdidas;
concebirá, construirá, escogerá, utilizará y mantendrá el equipo, las estructuras y las instalaciones de
químicas suministradas en los piensos;
evitará que ingresen en la cadena alimentaria residuos de medicamentos veterinarios y otras sustancias
reducirá al mínimo la utilización no terapéutica de antibióticos;
nutrientes y emisiones de gases que producen el efecto invernadero, mediante la reutilización eficiente de
los nutrientes;
integrará la ganadería y la agricultura para evitar problemas de eliminación de desechos, pérdida de
equipo y la maquinaria en la producción pecuaria;
acatará los reglamentos y las normas establecidas de seguridad en la operación de las instalaciones, el
alimentación, compra de piensos y ventas.

mantendrá registros de la compra de unidades, cruza, pérdidas y ventas, así como de los planes de
Salud animal

La buena producción pecuaria exige cuidar la salud del ganado a través de una atención y establos adecuados,
tratamientos preventivos como las vacunas, e inspección regular, identificación y tratamiento de enfermedades,
con asesoría veterinaria cuando convenga. La buena práctica agrícola:
suministro de alimentos inocuos, densidad de pastoreo apropiada y corrales buenos;
reducirá al mínimo el riesgo de infección y enfermedad mediante una buena gestión de los pastos,
limpios en establos adecuados;
mantendrá limpios el ganado, los edificios y las instalaciones de alimentación, y proporcionará lechos
asegurará que el personal tenga la capacitación adecuada para atender y tratar a los animales;
buscará asesoría veterinaria adecuada para evitar enfermedades y problemas de salud;
apropiadas;
garantizará que se apliquen buenas normas de higiene en los establos y una limpieza y desinfección
atenderá enseguida a los animales enfermos o lastimados, en consulta con un veterinario;
reglamentos e instrucciones, comprendidos los periodos de suspensión;
comprará, almacenará y utilizará sólo productos veterinarios aprobados, de conformidad con los
  proporcionará siempre piensos adecuados y apropiados y agua limpia;

Bienestar animal


Los animales de granja son seres sensibles y por lo tanto su bienestar se debe tomar en cuenta. El bienestar de los
animales consiste en que no pasen hambre ni sed, que no padezcan incomodidades, que no sufran dolor, tengan
lesiones ni enfermedades, que tengan libertad de expresar su comportamiento normal, y que no pasen miedo ni
sufran presiones. La buena práctica agrícola:

mantendrá registros detallados de todas las enfermedades, tratamientos veterinarios y mortandad.


La cosecha, la elaboración y almacenamiento en la granja

La calidad de los productos depende también de que se apliquen normas aceptables para la cosecha, el
almacenamiento y, cuando así convenga, la elaboración de los productos de la granja. La obtención de productos
agrícolas debe respetar los reglamentos referentes a los intervalos de aplicación de sustancias agroquímicas
previos a la cosecha y los periodos de suspensión del suministro de medicamentos veterinarios. Los productos
alimentarios deben almacenarse en condiciones adecuadas de temperatura y humedad en un lugar designado y
exclusivo para este fin. Las operaciones en que participen animales, como la esquila y la matanza, deben acatar
las normas de salud y bienestar de los animales. La buena práctica agrícola:
de suspensión;
obtendrá los productos alimentarios respetando los intervalos pertinentes previos a la cosecha y los periodos
utilizan detergentes recomendados y agua limpia;
asegurará la manipulación limpia e inocua de la elaboración en la granja de los productos. Para lavar se
almacenará los productos alimentarios en condiciones higiénicas y ambientalmente apropiadas;
envasará los productos alimentarios para transportarlos de la granja en recipientes limpios y adecuados;
prestando atención a la supervisión y capacitación del personal y al mantenimiento adecuado del equipo;
utilizará métodos humanos de manipulación para antes de la matanza y durante ésta para cada especie,mantendrá registros adecuados de las cosechas, el almacenamiento y la elaboración de los productos.








 
regulará las capas freáticas para evitar su explotación o acumulación excesivas

La estructura física y química y la actividad biológica del suelo son fundamentales para sostener la productividad
agrícola y de ellas depende, en su complejidad, la fertilidad del suelo. La gestión de los suelos mantendrá y
mejorará la fertilidad de los mismos reduciendo al mínimo la pérdida de suelo, nutrientes y sustancias
agroquímicas a consecuencia de la erosión, así como los escurrimientos y la lixiviación en la superficie o en las
aguas subterráneas. Esas pérdidas se deben a una gestión ineficiente e insostenible de estos recursos, además de
que sus nocivos efectos pueden desbordarse. A través de la gestión también se pretende mejorar la actividad
biológica del suelo y proteger la vegetación natural circundante, mediante:

suelos, llevando un registro de los insumos y productos de cada unidad de gestión agraria;

favorable para el suelo, y la utilización de prácticas apropiadas de labranza mecánica o de conservación;

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